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Un debut que invita a soñar: Colombia venció 2-0 a EE. UU.


Sin jugar el partido más brillante de los últimos tiempos, sin, incluso, tener la pelota durante buena parte del partido, Colombia volvió a sentirse cómoda en un debut en un torneo grande. Se volvió a sentir local, a pesar de que, al frente, estaba el local de verdad, Estados Unidos.

Centenares de camisetas amarillas, aunque el equipo no va a usar esa prenda en la Copa América Centenario, le permitieron a la Selección sentirse como en casa, a pesar de que mucha gente en los alrededores del estadio hablaba otro idioma.

Como sucedió en el Mundialazo de Brasil, el equipo que dirige José Pékerman volvió a comenzar ganando, que era lo más importante: el 0-2 es el primer paso para meterse de lleno en la pelea para ganar la Copa.

Sin sorpresas, Pékerman mandó a la cancha el mismo equipo del partido más reciente en la eliminatoria para el Mundial de Rusia 2018, con la salvedad de que Óscar Murillo era baja desde antes de comenzar la Copa por lesión. Su lugar lo ocupó Jeison Murillo. Pero todos los partidos son distintos: eran casi los mismos, pero el rendimiento fue diferente, con mucho menos brillo (incluso, siendo estrictos, hasta quedando en deuda), pero con la misma efectividad.

Antes del partido le rindieron un homenaje a Andrés Escobar, uno de los referentes de la Selección que jugó, en este mismo país, el Mundial de 1994.Pero la mejor manera de recordar su memoria fue la de Cristian Zapata, que, con el mismo número 2 en la espalda que identificó a Escobar, marcó el primer gol del partido, al rematar con la pierna derecha un balón que mandó Edwin Cardona desde la esquina. Apenas iban siete minutos y Colombia comenzaba a encarrilar el juego.

Sin embargo, el equipo, no se sabe si por decisión propia o por la forma de jugar de su rival, le entregó el balón a Estados Unidos. El dato de la primera parte dice que Colombia solo tuvo la pelota el 38 por ciento del tiempo. Los locales, con ese 63 por ciento, no es que hayan creado mucho peligro, más allá de un remate de Clint Dempsey desde el borde del área que no parecía tener peligro pero que fue tomando curva hacia el arco, mas no lo suficiente: la pelota se fue por un lado del poste.

Colombia tampoco creaba mucho peligro. Los volantes aparecieron muy poco: apenas chispazos de Cuadrado, de James, de Cardona. Y en una acción aislada, DeAndre Yedlin terminó metiéndole la mano a un centro de Farid Díaz que no parecía ser un motivo para asustarse: el juez mexicano Roberto García señaló el punto blanco y así, de penalti, James Rodríguez consiguió su gol número 15 con la Selección Colombia. Ya es quinto en la tabla histórica, detrás de Radamel Falcao (25), Arnoldo Iguarán (24), Faustino Asprilla (20) y Freddy Rincón (17).

¿Recuerdan el tema de la posesión de pelota? Pues Pékerman sí lo tenía presente. Un cambio de posición ordenado por el técnico (Cardona al centro y James a la banda izquierda) le dio más fútbol a la Selección y le permitió volver a tener la pelota, a tal punto que buena parte de los 67.439 espectadores que llenaron el Levi’s Stadium (los colombianos, por supuesto, que eran mayoría) empezaron a cantar el olé.

Y parece una cosa del destino que cuando ese cántico llega a destiempo termina favoreciendo al rival. Los estadounidenses se tomaron confianza. Y el equipo, como le pasó con Arturo Vidal en la eliminatoria, frente a Chile, como con Diego Godín en Montevideo, el día del peor partido de la era Pékerman, o como hace menos de una semana contra Haití, volvió a sufrir en el juego aéreo: Sebastián Pérez sacó de la raya un cabezazo que pudo ser el 1-2. También volvió a volar como un superhéroe, sin necesidad de capa, el portero David Ospina, para sacar un cobro de tiro libre de Clint Dempsey.

Freno local

El juego de ajedrez entre los dos entrenadores le terminó favoreciendo al argentino que dirige a Colombia. Klinsmann intentó meter a un delantero con picante y movilidad, el jugador más joven de la Copa, Christian Pulisic, y a un volante para ayudarle a mover la defensa, Darlington Nagbe. Pero los estadounidenses no le sacaron provecho a los cambios. Fue un equipo repetitivo, con movimientos lentos, muy fácil de anticipar. Y Ospina no volvió a tener trabajo en el resto de la tarde.

Más bien, Colombia pudo haber marcado un tercer gol. Carlos Bacca, el goleador del Milán, el héroe del partido contra Ecuador, tuvo dos oportunidades de festejar. En la primera, un defensa estadounidense le cerró el paso cuando apenas acababa de rematar y la terminó en un tiro libre a favor de Colombia. Y luego, Cardona lo dejó mano a mano con el portero Guzan. Bacca intentó mandar la pelota por encima del portero y el remate se estrelló en el horizontal. (Además: 'No hemos ganado nada, pero es un paso importante': Cardona)

Colombia perdíó para los últimos 20 minutos a James. Un problema en el hombro izqueirdo lo sacó del partido (véase nota alterna). Y Pékerman aprovechó la adversidad para ajustar las marcas en la mitad de la cancha, con la entrada, en lugar del capitán de la Selecicón, de otro volante de recuperación, Guillermo Celis. Luego refrescó esa franja con el cambio de Carlos Sánchez por Sebastián Pérez, y al final quiso meter picante con una entrada de un delantero veloz para el contragolpe, Dayro Moreno, en lugar de Bacca, aunque sin que tuviera la oportunidad de demostrarlo, porque muchos minutos no tuvo.

Siempre es bueno empezar ganando. Por eso, la gran mayoria de hinchas que llegaron al estadio, y también los que lo vieron por televisión en el resto del continente, salieron felices, celebrando un partido que significó la primera caída de un equipo anfitrión desde que la Copa América volvió a tener una sede fija, en 1987.

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